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Alejandra Negrón Marambio [Atriz, Dancarina, Diretora Artística, Teatróloga e Escritora Chilena]

Alejandra Negrón Marambio. 12-10-1970. Providencia. Chile

Estudios primarios y secundarios: Colegio Alemán Osorno

Estudios superiores: Actuación teatral, Escuela Imagen( 1año y medio);  Actuación  teatral Escuela “La Mancha”; Comunicación audiovisual Uniacc  ( 4 años , próximo a terminar en mención guión de cine y TV).

Otros estudios:   Coreografía en Danza teatro,   U.Bolivariana, 1 año; Talleres varios de danza butoh   , acrobacia, con Amílcar Borges y Eduardo Bernal durante tres años; Un semestre  en la Escuela de danza de Carmen Serna en Madrid,  en Chile, danza  con  Anita Baquedano en la Escuela de danza Moderna; Diplomada en guión de sitcom y teleseries con Daniela Castagno en Canal 13; Talleres de teatro fisico con la compañía Demencia Praecox; Talleres varios de dramaturgia , con Marco Antonio de la Parra y con Benjamin Galemiri.
           
Trabajos.

*  Actualmente formando parte de la compañía de danza teatro de Vicky Larrain.
*  Grabando permanentemente para cortos de escuelas de cine , como  protagonista y secundario , Uniacc , Sto Tomas , Duocc  ,  Escuela de cine Chile.
*  Bolos para teleseries en Canal 7 para “ Oro Verde” “Sucupira” y en Canal 13 para diversas recreaciones , como “ El tiempo es oro”.
*  Monitora de teatro y danza en poblaciones como Cerro Navia y Purranque en la Décima Región.
*  Profesora de dramaturgia en Osorno en el Museo Zurazo.
*  Colaboro como cronista en www.poetap.org , en Casa Eolo y Movimiento poetas del mundo.
 Textos de Alejandra Negrón Marambi

El Choro o la mina del narco
Me decían “moreno”, pero el Colo, cuando llegó a mi pobla me puso “poroto”por lo negro y feo .Yo tenia mi esquina y me había ganado el respeto de todos los demás ladrones de por ahí. Mi esquina quedaba en los“Los Canales”, comuna Puente. Me la había tomado desde los13 años, cuando dejé el colegio, para dedicarme a hacer “la vida” y ahí fumaba hierba y chicotas. Nadie me molestaba, porque andaba apuñalando y baleando a cualquier hueon que me dijera algo, yo era respetable como “choro”o ladron de los que robaba en grande. Mi pobla al principio era tranquila, yo llegue ahí cuando tenia diez años, pero a los trece, cuando me dediqué a hacer lo único que se hacer bien, ser choro , ya estaba invadida de choros y el trafico ya había llegado, los cabros chicos, que antes eran niños ahora habían crecido y empezaban a delinquir. En ese tiempo yo asaltaba minimarket, microbuses, asalto a domicilios, robo de autos, todo lo que un choro de los grandes hace. Ya había pasado esa etapa en que se anda robando carteras o cadenas, yo no, yo era otra cosa, hacia asaltos pulentos a mano armada y en la pobla me tenían miedo, así que nadie me podía sacar a mi de mi esquina...

El Colo llegó a mi pobla y compró una casa que estaba en venta en mi esquina para poner un minimarket. Como ocupaba mi esquina, yo no iba a dejar que me sacaran de allí, así que me enfrenté al viejo éste y no le quedó otra que aceptarme. El Colo , entonces , que me vio bien brígido a mi y me cachó choro, me empezó a dar trabajo y así me tomó buena y me dijo que yo le iba a servir mucho en su pega , que mas tarde supe era el tráfico de todo lo que se pudiera inhalar o fumar . El viejo le hacía a todo y yo le empecé a cachar todas las movidas, más loco el viejo, que ya rondaba los)cincuenta años y era bien aniñamo, se hacia resqetar desde el principio.

Primero me dio pega como cargador de verduras, íbamos a la Vega y comprábamos todo lo que necesitaba para su local, el loco me daba como 5 lucas y un pedacito de ladrillo de marihuana prensada. Yo ,que ya sabía que el Colo movía otro tipo de drogas y que el minimarket era pura pantalla , pero que no me atrevía a preguntárselo ,comencé a trabajar con él atendiendo el local para sacarle algo de droga , después , cuando me agarró confianza , me pagaba con pasta base y plata , así que la hacía buena , tenía todo lo que quería y ya no robaba , no lo necesitaba, era vivir la vida regalá. Un día el viejo me pidió que lo acompañara a hacer un negocio de droga, ya me había dicho la firme, me pasó dos pistolas y él tomó dos más, salimos en la camioneta a Maipú, cuando llegamos allá nos cambiamos)de vehículo y ngs metimos a una)pobla, llegamos(a una casa abanmoná, habían tres tipos esperando. Entramos y los locos que la vmndían lo saluda{on como a un jeoe, el viejo se las traía. EL Colo me pidió que la probara para ver si estaba buena y estaba buena , compró doce kilos , fue como veintiséis millones y medio de pura pasta base , yo no lo podía creer , nunca había visto tanta droga y tanta plata junta , ahí me di cuenta que este viejo si que las llevaba . Decidí no soltar la pega con el Colo, así estaría abastecido de pasta toda la vida. Lo único que me molestaba era que la mina del loco, que era terrible de pesá y que al ver que el Colo me tenía buena, me espesó a joder. Esta loca era re bonita, pero era mandona, agresiva y amargada, supe después que el viejo le sacaba la cresta y como no, la mina se desquitaba conmigo mandoniandome. Decidí ganármela de alguna manera ,le hacia caso en todo y no la contradecía , de a poco la mina se fue soltando conmigo y me empecé a llevar mejor con ella , se llamaba Naty y no era tan pesá cuando la fui conociendo , demás está decir que en realidad estaba bien buena. Yo la miraba de lejos no más , tan flaca , tan sensual , como se dice , tan fina para esa pobla , no se me hubiese pasado por la cabeza enrollarme con ella , la mina de un narco , hubiesen sido puros problemas , pero uno nunca sabe cuando te llega el amor , el viejo se las traía con una mina así .

Había una banda de mexicanos, los locos que asaltan traficantes, eran de la pobla “La Caro” y habían asaltado a una hermana del Colo, la “Charo”, que revendía por papelillos la droga del Colo. El Colo mandó entonces a buscar a sus querubines o matones y partieron en camioneta de vidrios polarizados a la Caro para pegarles a los mexicanos. Los pillaron parados ln una esquina y el Colo los baleó, mató a uno y!quedaron tres hlridos, yo me quedé esa vez cuidando el minimarket, esa fue la primera vez que conversé largo rato con la mina del narco y hasta le saqué una sonrisa.

El Colo, que nunca tuvo miedo de nada, pero que ante una venganza de los mexicanos, sabía que perdería dinero y droga, ya que estos locos estaban bien organizados, me dejó a mi cuidando permanentemente el local. Me dejó tres nueve milímetros, dos treintaiocho especial y dos escopetas recortadas, para que baleara a cualquiera que intentara robar el local .Me dejó junto al Pato que era el hijo mayor de la Naty , que era pendejo , tenía como quince años y que también era choro.

Ya llevaba como un año en el minimarket, cuando se peleó el viejo con la Naty y el Colo se fue a Temuco, dejo a la mina sola e hice la mía, ya la loca se había encariñado conmigo y después de diez meses, para un primero de enero, me invitó para su casa a celebrar el año nuevo. Cuando llegué estaba en su casa con un primo que era mas delincuente que yo, re choro el loco, me calló bien desde el principio. Estábamos consumiendo de todo, cuando la señora Naty me los tiró firme y pesao, yo no me la podía creer, no sabía si atinar o no, era la mujer de mi jefe, pero a mi me gustaba hacía tiempo, así que no la pensé dos veces. Como el Andrés se dio cuenta y como era re buena onda , pero para mala cueva mia , era primo de la Naty , me dijo”jil culiao , te estai metiendote con mi prima , cuidao” y yo le contesté ”si po y que tanto , me la como y mas vale que no digai nada” , entonces el loco me abraza y me dice” buena ,a las finales el choro es de mi prima , asi que tanto , hermanito”. Como no quería tocar el violín se mandó a buscar una pela, una putita que lo acompañara, llegó una loca que estaba más o menos. La Naty, que para ese entonces ya no era más señora Naty, me apartó y no me soltó mas, me dio cualquimr beso. El Andràs que era re loco nos tiró la talla de meternos los cuatro juntos en la cama, pmro la Naty, devflviéndole la talla, dijo que yf era para ella sola y nos fuimos a su dormitorio, el que compartía con el Colo. En ese momento me dio un poco de miedo, pero me hice el leso, total que podía pasar, si nadie hablaba, no se tenia porque enterar mi jefe, no sabia que me podía equivocar.

Estuvimos como tres días encerrados dándole como bombo en fiesta y consumiendo de todo. Yo alucinaba y seguía jalando coca hasta quedar enfermo de duro, cuando se me pasaba el efecto y me empezaba el bajón, el loco del Andrés sacaba otra plaqueta de chicota y me la jalaba junto con la coca que estaba en un plato como un cerro de polvo blanco listo para consumir y era de la mejor, porque yo me piteaba de la mejorcita no mas.


Estábamos de lo mejor al tercer día, la pelá se habia ido y yo empecé a tutear a la Naty que pa ese entonces me tenia agarrao dándome como caja y me dice que no se va a olvidar de mi y me ofrece que me quede con ella, la abrazo, ya que igual me empezaba a gustar y le digo que si, que me quedo con ella de todas maneras. En eso leama el Colo y dice que viene en camino, la Naty se asusta y agarra dos kilos de pasta y un millón seis en efectivo, la mejor chaqueta del Colo, una de cuero negra, lo mejor que tenia para ponerse y unos cartones de cigarros y nos fuimos a la playa, no sin antes llamar a otra pelá para que acompañe al Andrés. Ahí empezó, en verdad, la fiesta, yo estaba dudando si ir o no ir, en el fondo tenía miedo a la reacción del Colo, pero como estaba arriba de la pelota me fui no mas con mi nueva mina, la Naty. Partimos a Con Con en el taxi de un amigo, el Robert, un loco que era bueno pal jale, así que nos fuimos jalando todo el camino, cuando llegamos, el Robert juró no sapearnos, es decir no decir nada al Colo. De ahí nos arrendamos una casa, la mejor que pillamos, con jacuzzi y todo y lo primero que se nos ocurrió fue desvestimos y meternos los cuatro al jacuzzi, que estaba hirviendo, el Andrés con su pela que se llamaba Jenny y yo con mi Naty. La pelá era buena onda y estaba guena también, me los tiró y después de darle a la Naty me la intenté comer a ella también, yo quería hacer sándwich de a tres pero la Naty se me enojo y me hizo jurar que yo era enterito para ella y que no le iba a hacer a las pelas, la abrasé y le dije que no la soltaría y que el Colo no nos iba a encontrar. Pero para mala suerte de nosotros, el Robert sabía donde estábamos. Nos delató por droga, el Colo le ofreció un dedo de falopa por decir donde parábamos y partió a buscarnos con sus soldados. Como nos llamó antes de llegar, supimos por el código de Con Con que ya estaba cerca, así que apretamos rápido y nos viramos a Reñaca

El Colo quería matarme de una, por patas negras, me había piteado a su mina y eso no me lo iba a perdonar .Nos empezó a seguir y nosotros arrancando pesao, que estaba que nos pillaba y nosotros nos virábamos. En eso , el Andrés le pidió pololeo a la pela de la Jenny , que se había enamorado, según ella del Andrés , en esta fuga , que para la loca era emocionante , además que teníamos de todo , droga , copete , plata .La pelá estaba como loca de felicidad y nos juró ser amiga leal por siempre , como estábamos subidos en la pelota , aceptamos emocionados su buena onda.

Nos siguió el Colo por cuatro playas y nunca nos encontró, lo sabíamos porque el hueón se le ocurría llamar antes que llegara y nosotros apretábamos cachete en ese momento .El Colo desesperado, al llamar a la Naty le decía “Se cocieron los hueones, ahora si que los pillé”, la Naty se reía, pero también se asustaba. Yo sabía que el Colo era capaz de matarme si me veía, pero ya no le tenía miedo a ese viejo culiao, me había empezado a enamorar de la Naty y no estaba dispuesto a perderla así no mas...Yo tenía miedo, mas por mi familia que por mi, sabía que este hueón era capaz de dañar a mi gente, para que yo me apareciera. El loco sabía que yo era cuático y si le hacía algo a mi gente yo, que también soy choro, lo podía encañonar, eso era lo que quería el hueón, que le diera cara.

Llegamos a Valparaíso, arrendamos una enorme casa, con piscina y todo, alcanzamos a estar dos semanas y el Colo nos encontró, pero alcanzamos a arrancar y como no nos vió, nos fuimos en taxi a Santiago a saquearle la casa. Cuando llegamos a la pobla, todos los hueones nos quedaron mirando, sobretodo el “Botija”, que era una guatón barbón, cochino y desgraciado, que podía llamar al Colo para decir que le estábamos robando. Así que saqué la pistola, tiré dos balazos al aire y le dije que si llamaba al Colo, lo iba a matar, se achunchó y se fue. La Naty, que sabía donde estaba todo el bacallo, la plata y la droga, entró a buscar todo lo que pudiera robar, yo la esperé en el taxi. Sacó catorce millones y seis kilos de pasta y un kilo de coca, todas sus joyas y su ropa, con eso teníamos suficiente por un año.

Nos juntamos con la parejita del año, el Andrés y la Jenny, que a esa altura ya teñían planes de casorio y nos fuimos esta vez a Ventana, al mejor hotel que encontramos. En el taxi a la playa nos jalamos unos veinticinco gramos entre yo y el Andrés, las minas esa vez no consumieron. Íbamos cagados de la risa y con todo lo que yo, al menos podía querer, una mina, plata y droga, harta droga, como para estar duro todo el día y la noche. Para bajar un poco, me fumé, esa vez, dos pitos y quedé enfermo de volao, me sentía lleno de adrenalina, no podía ser mejor, en eso la Naty me da un beso y me dice que no me va a dejar nunca. Yo ya me había agarrado de la mina, no todo era sexo y drogas, también sentía que la quería. Yo me la podía con una mina así, diez años mayor que yo, rica, crespa ,flaca , linda , mi Naty era muy linda, aunque me tratara como a un pendejo , ya que yo no tenia mas de diez y nueve años , pero era agrandado y choro igual .

Llevábamos como una semana juntos, cuando un día salí a comprar copete, iba caminando por una avenida y paró un auto al lado mío, se bajaron cuatro tipos, entre los que venía “el Patito”, que era el hijo mayor de la Naty, este loco era más cuático que yo. Me empezaron a tirar de una todas las puñaladas que pudieron, me defendí pegándole patadas para sacármelos de encima, pero las puñalas me llegaron igual, cuatro tajos .Como vieron que la gente se amontonaba ,empezaban a mirar lo que estaba pasando y una viejita comenzó gritar , los locos se subieron al auto y se fueron. Yo quedé sangrando y la gente trató de ayudarme, en eso perdí el conocimiento y me desmayé, desperté en la posta, en una camilla. Nunca se me había pasado por la cabeza, que todo terminara tan mal, creí por un momento que me iba a morir. Yo no paraba de sangrar, aunque sabía que las heridas no eran tan profundas y que no me iba a morir por este pedazo de huea que es el “Patito”, jil culiao que me quería mandar pal otro lado. Ahí me di cuenta del cacho en que estaba metido, en cualquier momento me podía llegar la hora y me iba cortao. Me hicieron varios puntos y llegaron los verdes, pacos de mierda, que me preguntaron de todo, pero les metí cuento y les dije que había sido un asalto no más. No se si me creyeron, pero me dejaron ir igual .Me dolía todo y cuando iba saliendo de la posta vomité en la calle, tome un taxi y me fui. Cuando llegué al hotel, la Naty me vió los puntos y yo la pesqué a chuchadas, le conté a la mina, que su hijito la estaba buscando por un auto que le ofreció el Colo si nos entregaba. Ella se puso a llorar de pena y rabia, lloraba no tanto por la traición del “Patito “, pendejo de mierda que era capaz de vender a su mamá a cambio de un turro de coca y una Nissan cuatro por cuatro, sino por verme así, todo vomitado y con cuatro puñalas en el cuerpo, una de ellas casi me perfora el pulmón. El Andrés me abrazaba y juraba vengarse del Colo, pero la cosa no era así no más, este viejo era capaz de vengarse con tutti.


Pasé tres días descansando y por primera vez tuve miedo. Yo le quería dar cara al Colo, pero la loca de la Naty no se atrevía, el viejo culiao era el padre de su hijita Victoria, que tenía dos años, pero que culpa tengo yo de eso, que se haya metido por plata con un narco que la llevaba, como era el Colo. Sentía que la mina se estaba de agarrando de mi, porque después que pasó todo esto me juro amor eterno y que no volvería con el Colo y me cuidaría y me querría para siempre. Yo de primera la quería por las cachitas, la droga y la plata, pero ahora sentía algo distinto, la había empezado a querer de verdad, se estaba poniendo seria la cosa entre los dos y no estaba dispuesto a que el Colo se la llevara y le siguiera pegando, porque el viejo le sacaba la chucha, por cualquier huevá

Para saber que estaba pasando en la pobla llamé al “Juano”, que era un loco rasta muy amigo mío, entero reventao, que me quería caleta y me contó que el Colo con sus soldados se habían metido a mi casa, echando la puerta abajo, encañonando a toda mi familia y amenazándolos de muerte , si no le decían donde estaba yo. Mis viejos no sabían donde estaba, así que el Colo no pudo dar con nuestro paradero, por ese lado me quedé piola, pero por mi familia no, a mi familia no le iba a pasar algo por mi culpa. Le colgué al Juano y agarré dos pistolas, aun con las heridas todavía sin sanar, me fui a Santiago a buscar a ese mafioso concha de su madre. Llegué primero donde el Juano a conseguirme una camioneta y mas balas para mi treintaiocho y mi nueve milímetros. El Juano quería ir conmigo, pero le dije que era asunto mio, el se quedó tranquilo, sabiendo que yo soy bueno para la pelea. Fui a buscar al Colo al minimarket, frené la camioneta, me bajé apuntándolo con las pistolas y le disparé dos balazos a un costado para intimidarlo, el viejo quedó para dentro, no se lo esperaba, lo pillé de sorpresa, casi se caga en los pantalones. Le pegué luego unos cachazos a un soldado en la cara, que comenzó a sangrar, se me tiraron todos encima y tuve que disparar, esta vez le di a otro en una pierna. La verdad es que yo no quería matar al viejo, porque no soy na asesino, era para advertirle que no se metiera con mi familia no más. Luego me subí a la camioneta y arranqué, los querubines del viejo me salieron siguiendo y me dispararon, pero yo disparé como loco y le di a otro, arranqué perdiéndome en otra pobla. Después llamé al Colo y le dije “no intentes meterte con mi familia, que a la otra te mato “, él me contestó “no me voy a volver a meter con tu familia, pero te voy a encontrar y cuando te encuentre te voy a matar, pero antes de matarte te voy a culiar”.
Volví a la playa mas tranquilo, porque ya sabía que el Colo no iba a molestar a mi familia, el viejo me quería linchar a mi no mas y eso no me preocupaba. La Naty me recibió a puro beso y cacha, estaba asustada, pero feliz de que le haya dado cara al viejo, pero le preocupaba la Victoria, que la tenía el Colo y no se la iba a entregar por la tamaña infidelidad de su mujer, acostarse y fugarse con un soldado de él.

El Andrés me abrazaba y me decía “hermano, soi mas choro, que todos lo choros juntos, tamo salvao, por la hazaña de mi hermanito, bravo”, hasta la Jenny estaba emocionada. Ese día celebramos hasta tarde, nos metimos tres botellas de lo mejor que pillamos en vodka, del Absolut, que es el que me gusta a mi. Los cerros de coca se empezaron a acabar de tanto darle , la chicota nos levantó mas y terminamos todos en la piscina del hotel dando jugo , teníamos el medio escándalo , los cuatro enfermos de duros , copeteados y volados , pero nadie nos dijo nada , así que nos amanecimos celebrando mi triunfo.

Los kilos de pasta se los entregamos a la tía Lile, madrina de la Naty, que trabajaba vendiendo pasta por papeles. La tía era buena en eso y de seis kilos que le pasamos, íbamos a sacar como quince palos para seguir comprando, estábamos cagaos de la risa. Esto fue en Santiago, en San Gregorio, una pobla brígida en que corre harto la mandanga. Fui solo con la Naty a hacer el negocio y nos devolvimos a la playita linda. La tía Lile nos iba a llamar cuando tuviera la plata para que la fuésemos a buscar y confiábamos en ella, porque era leal la tía Lile.

El Andrés al saber que la tía no era una soplona, sino una viejita bien movía , se fue a vivir a su casa, sin dejar de lado a la Jenny, su pela enamorada. Supe después, al llamarlos, que estaban felices con la tía Lile y que los kilos de pasta se estaban vendiendo bien, en quince días tendríamos la plata para invertirla en mas droga, negocio redondo. La viejita era repulenta y quería harto a la Naty, sabíamos que no nos fallaría.

Lo primero que hice con la Naty fue ir a comprar ropa, nos fuimos al Mall más grande que hay en Viña, que ya ahora estábamos en Reñaca, en un hotel re cuico dándonos de pijes. Con quinientas lucas nos tapizamos enteros,yo me llevé dos chaquetas de cuero Mossimo y lo que pillé en Reebok, la Naty se compró todo en Zara , se veía mas linda la loca , ahí me enamoré más. Nos fuimos llenos de bolsas y pasamos a tomar una menta frapé, como estábamos celebrando la dolce vita, que se dice, nos terminamos tomando cuatro mentas cada uno y un par vasos de whisky, nos fuimos raja de curaos, arriba de la pelota. Esa noche tuvimos sí que tuvimos buen sexo, nos dimos como tarro, en el mejor motel que pillamos, con espejos en todas partes, jakuzzi , videos pornos , que me gusta porque me caliento mas , champaña y unos motes de coca .

Siempre andábamos con coca y chicota , yo no podía estar sin consumir, me venía al tiro el bajón y no lo soportaba , así que vamos dándole, sobretodo a la chicota que me dejaba volao , mas volao que con marihuana , así podía funcionar y planificar mejor los atraques que se me iban ocurriendo . No podía estar sin robar, era lo que me gustaba y lo que sabía hacer, aunque no necesitara plata. Ya estaba con la maldá, pero no se lo quería decir a la Naty, porque se preocupaba, lo mejor era hacerla tonta.

Cuando la Naty quiso hacer un negocio con “el Cacheli” en Santiago, que no era un narco que registrara, no era conocido, llamó al Andrés, que estaba con la tía y le explicó el negocio. El Andrés se vino al tiro, con auto nuevo, se había emocionado con el negocio por lo que se le ocurrió chorearse el auto de la hermana. Como teníamos los dos que hacer la movía, que consistía en comprar cuatro kilos de pasta y revenderla, yo le propuse al primo hacerle una mexicana a los narcos, al final éramos choros y ellos eran narcos, no hay pecado con los narcos. Como a las siete nos cargamos con dos fierros, el Andrés tomó un nueve y una siete milímetros, que era las que le gustaban a él, porque eran automáticas, yo tomé un treintaiocho y un nueve, llevábamos como cinco cargadores también. A las nueve ya estábamos en Santiago, a las diez estábamos en el lugar indicado, nos esperaban en un paradero de micro, cuando nos vieron llegar nos dijeron que los siguiéramos, nos metimos por unas poblas en Maipú, hasta llegar a una casa abandonada. Ahí frenaron en seco y metieron el auto adentro, se bajaron y nos insistieron en que estacionáramos el auto nuestro adentro, pero eso no iba en los planes. En ese momento uno de los tipos nos echó como talla una advertencia, por si pretendíamos hacer algo que los cagara, empezó a sospechar. Nosotros no hicimos caso y dejamos el Chevrolet Cavalier afuera. Entramos , los tipos sacaron la droga y pusieron los cuatro quesos de pasta en la mesa , con el Andrés rajamos uno con un cortaplumas y con el cortaplumas untamos un poco y le pusimos por debajo la llama de un encendedor , s` se derrite es por que es buena y si se apelotona es por que ez mala , ésta eri de la mejor .Nfs miramos con mi yunta y sacamos las pistolas aquntando a los pfbres huevones, que quedaron pa´ dentro , cuando les dijimos que se tiraran al suelo no quisieron y el loco Andrés no aguantó grupo y le puso dos balazos a uno en la pierna. Yo eché la droga en la mochila que llevaba, mientras el Andrés les pedía la llave de la casa y del auto y los encerraba.

Nos fuimos de ahí a la playa, no sin antes pasar a buscar a al pela de la Jenny, partimos y cuando llegamos, nos cuenteamos a la Naty de que el negocio había salido bien, así nos quedamos con diez palos para puro carretear. Esa noche fue chipe libre, nos olvidamos de nuestras minas y nos fuimos a vacilar pesao. Pasamos primero a un café, de esos con piernas y nos engrupimos a unas minas ofreciéndoles cualquier billete, las locas se resistían, porque según ellas, no eran putas, pero las hueonas lo hacían igual si les pasabas buen billete .Yo me fui con la mas rica que pillé, que se hacía la difícil, la tonta lesa, pero me la iba a comer igual. El Andrés se eligió una rubia, le encan}aban las rubiec`tas tipo muñeca Nos fuimos todfs a un motel, en una sola pieza y abrimos los motes de coca y vamos dándole, cambiamos pareja con las minas y la verdad es que estaba mas rica la rubiecita que la mia, estas dos se comieron entre ellas igual. Estábamos borraos de copete ,de pura champaña y pisco sour, que es lo que dan en los moteles y métele coca, yo quedaba tan duro que no se me quería parar así que las hacía masturbarse a las minas mientras me lo chuparan para que funcionara la cosa. Nos amanecidos, para e gozar, cagaos de la risa y enfermos de duros y cocios, buena, para eso teníamos toda esa plata.

Nos perdimos toda una semana, haciendo la misma todas las noches, la Naty me llamaba al celular a cada rato, pidiéndome que vuelva, pero yo estaba tan subío en la pelota, que no la pesqué. Nos quedamos patos como a los ocho días y regresamos al hotel de Reñaca. La Naty estaba enflrma de enojá y yo como estaba tan raja no era capaz de hacerle el amor para que se calmara, así que le prometí que al día siguiente nos ibamos a Santiago al eugar que ella qtisiera, se quedó tranquila, pero por mientras dormí como tres días para sacarme la caña de encima.

En Santiago arrendamos una casa en Maipú, bonita la casa y grande, sobretodo, teníamos las movías de droga cerca. Estábamos en la villa”San Luis 2”, que igual era pobla no más, igual de brígida que cualquier otra pobla. Así nos dedicamos a comprar pasta, se la pasábamos a la tía Lile y la revendía, el negocio era redondito, nosotros solo teníamos que ir a buscar la plata cuando la tiíta nos dijera que ya había salido toda la pasta. Nos pasamos como tres meses, durmiendo, jalando, tomando, comprándonos ropa, amándonos, yo con mi Naty, Andrés con su Jenny.

Un día invitamos a unos locos, les decían “el Sota “y “el Benyi”, eran los locos mas respetados de la villa Las Rosas, que iban a puro pintar el mono a la San Lu`s y nosotros queríamos comprarle un fierro. Los)locos llegaron armados de harto)copete, nosotrfs poníamos la mhndanga, vacilamfs hasta el otro)día, no nos quisieron vender el revolver, porque un fierro así no se consigue fácil, era muy bonita la treintaiocho Tauro. Cuando se fueron cachamos que nos habían robado los celulares, eran más brígidos que nosotros estos locos, quedamos más picados que la cresta. Yo salí detrás de ellos en un taxi y para colmo me pararon los pacos y cuando me revisaron me pillaron con pasta y chicota. Me llevaron a la comisaría y no me soltaron hasta las ocho de la noche, estuve detenido por esos dos jiles como once horas , salí más enojao que la cresta y me las iban a pagar.

A la semana después el Andres y yo nos encontramos con el Sota y el Benyi, como andábamos siempre cargados, el Andrés les apuntó de una, pero yo con lo picao que estaba, les metí bala al tiro, los dejé a los)dos cojos y les quitamos el revolver, que estaba mas lindo y que los jiles lo tenían sin balas. Me fui con revolver nuevo y los cabros de la San Luis nos dieron gracias por haberles pegao a dstos dos pelicueeros culiaos, q|e andaban puro bogoteando a los cabros de ahí mismo, ahora ya no se meterían más a nuestra pobla.

De ahí me chanté y solo el loco del Andrés quería seguir hueveado, yo, con la plata que tenía me bastaba. La Naty estaba feliz a mi lado y yo me empezaba a enamorar mas, si es que la complicidad es amor, que era lo que nos unía, antes lo único que quería era ser choro y lo era, ahora me estaba chantando. Como que me empecé a poner bueno y el Andrés se me enojó, me vio distinto y sin ganas de robar ni de pelear , me agarró un día y me dijo que si me chantaba dejaría de ser choro y de tener el respeto que los que me conocían . Si era así, estaba perdido, yo solo se ser choro, no sirvo para nada mas, es mi profesión, así que a punta de chuchadas me convenció de que no podía dejar de ser lo que era, ladrún.

Así que seguimos con la misma, comprar droga, pasársela a la tía y buscar la plata y de vez en cuando un)robo, pero para salvar no más y para dejar al Andrés tranquilo.)Era vida fácil x a mi gustaba y no me aburría para nada, antes solo robaba todo el tiempo, ahora tenía asegurao todo con el tráfico que teníamos. Ya se me había olvidado el Colo y sus querubines, nunca creí que nos encontraría, pero el viejo pillo dio con nosotros.

Lo datearon en la pobla de Puente, nunca supe como y él se enteró de donde estábamos .Ese día fui a comprar unos celulares, para reponer los que nos habían robao los locos, llegué a la casa y habían dos camionetas estacionadas ahí mismo, yo que venía en taxi, lo hice parar una cuadra antes que la casa y vi al viejo, era el Colo en persona, se llevaba a la Naty, entre gritos y cuática. No vi al Andrés ni a la Jenny, supe después que se habían arrancado. Se fue el Colo y sus soldados y yo entre a la casa, me tomé la cara entre las manos y quería pegar un grito, pero se me ahogó, se habían llevado a mi Nity y no sabía cfmo rescatarla .Yor cueva, andab` con harta plath y lo primero pue se me ocurrió fue ir donde la tía Lile a avisarle lo que habäa pasado. Ella me dijo que esperáramos al tío Marco, que era su marío, que andaba fuera de Santiago y llegaba en tres días. El tío Marco era terrible de loco el viejo, era ladrón de los buenos y pistolero, la tía Lile estaba segura que él me podría ayudar. El Andrés llegó al día siguiente con su pelá, hiperalterao y asustado, me dijo que ese día el Colo lo pescó a balazos y que a la Jenny le llegó un mangazo, que la tenía con la cara morá. Ellos arrancaron a punta de pistola no más, se subieron a un taxi y se alojaron en cualquier lado, antes de ocurrírseles venir donde la tía.

Cuando llegó el tío, me abrazó con cariño, yo no lo conocía mas que de oídas, pero igual le correspondí el abrazo. El había conocido al Colo en cana, pero en esos tiempos era él el que la llevaba ahí, no el Colo, que según el tío Marcos era un narco no más y cobarde. Con este viejo si que la hacía, después de unos tragos% él tomaba whisky solo y al seco, me dijo que al tiro nos íbamfs a buscar a mi chiquilla como dijo él. Se armó de una escopeta recortá y yo de mi revolver, el que le quité a esos pendejos de Maipú. El Andrés también fue cargado de su nueve milímetros. Partimos a eso de las ocho y cuando llegamos el Colo estaba solo, armó la cuática al tiro, pero cuando reconoció al tío Marcos se calmó y sucedió lo increíble, el Colo nos hizo pasar a conversar. Yo no lo podía entender ni creer, pensé que era una trampa, pero cuando estuvimos adentro apareció la Naty y nos sentamos a hablar los cinco calmadamente.

Lo primero que hizo el tío fue decirle que la Naty se iba con nosotros, ahí tomó la palabra mi Naty y le dijo al Colo que ya no quería estar con él, sino conmigo, intenté abrazarla, pero no era el momento, aun no sabía como podía reaccionar el narco. El Colo, resignándose de que se que se iba su mujer con un ex soldado de él y toda la humillación que esto significaba , me dijo que yo no estaba salvoa todavía y que seguía en pie la amenaza de muerte , yo me callé. El narco le preguntó que iban a hacer con la hija en común, la Victoria. La Naty le increpó que si no querían meter a los pacos en el asunto, ella se llevaría a su hija, pero el Colo la podía tener los fines de semana, buena salida de la Naty, que en el fondo quería ver muerto al padre de su pequeña hija .No había mas que decir, la Naty tomó sus cosas y a la pequeña. El tío Marcos se aseguró de que el Colo no nos molestaría mas, amansándolo de muerte si lo hacía, grande el tío Marcos. El Colo, respetando al tío, le aseguró que no haría nada, pero yo percibí su cinismo e impotencia, sabía que no iba a cumplir su palabra, pero preferí no decir nada. Nos fuimos y a la pasada nos quedamos tomando unas cervezas en una shopería que había sido mi preferida, en los tiempos que viví en Puente. Yo, que había vivido desde los once años en la calle, porque la droga me había agarrao y mis padres no me quisieron en la casita que tenían en Puente y no me atreví a pasar a verlos ya los tenia olvidao para la pena de mi corazón, pero que los defendería si el Colo les hiciera algo. Ahora también tenía mina a la que cuidar y guaguita también, la Victoria estaba con nosotros y me abrazaba y me decía papá, no quería al Colo y le tenía miedo. Me sentí con familia propia y eso no me dio miedo, me dio ganas de protegerlas y trabajar en algo decente. Fue ese día que le dije a la Naty que con la plata que teníamos, nos alcanzaba para poner un negocio y no seguir metidos en hueas negras, no mas tráfico ni robos, pero a la Naty le gustaba la plata fácil y me dijo que no, quería seguir juntando plata para irse del país conmigo a Cuba, decía ella.. Le dije que si era así, yo me iba con ella y su pequeña, que la quería y que juntaramos la plata como sea , al final era la única manera de tener capital y después dedicarse a otra cosa. El tío Marcos y el Andrés aplaudieron cuando nos dimos un beso.

Pero las cosas no son tan bonitas y después del besito el narco culiao del Colo siguió hueveando. A la Naty, que ya estaba cansada se le ocurrió llamar a su primo, para que se deshiciera del viejo. “El Rocky” era un loco terrible de brígido y ya se había echado como cinco hueones, estaba en cana y por cumplir su condena de cinco años y un día en la “San Miguel”. Era hijo del tío Marcos , de una familia dedicada a la delincuencia , compuesta por el mismísimo tío Marcos , la tía Lile y los dos hijos de éstos , “el Rocky” y “ el Pollo” , todos choros. Los dos hijos estaban en cana por el mismo delito, un asalto con homicidio, habían matado a un guardia en un supermercado en Santa Rosa con Gabriela, en el paradero treinta y nueve. Al Rocky le quedaban dos meses por salir y cuando lo llamó la Naty a la cana, este loco le prometió que cuando saliera iba a matar al Colo, la Naty quedó tranquila, pero el Colo también tenía contactos en San Miguel y al saber, por boca de soplones, que el”Rocky” lo iba a buscar saliendo de la cana, hizo su movía. Ahí conocían al Colo por el “indio” y tenía cualquier entrada hasta con los gendarmes, ya que había estado preso como ocho años ahí. Le ofreció un resto de plata a unos jiles que estaban presos, “el Tomate “y “el Pita”, que se pitearon al Rocky de una. El Pollo se puso a averiguar quien había matado a su hermano y cuando lo supo mató al los dos jiles, le dio a uno como catorce puñaladas y al otro veintitrés. Salió en la tele todo el escándalo, ahí quedó el Pollo, le subieron la condena a quince y uno y lo mandaron a Colina.

El Pollo le avisó al tío Marcos, antes que lo condenaran, que había sido el Colo quien mandó a matar al Rocky. El tío Marcos se volvió loco y lo único que quería era matar al Colo. Ideó toda una estrategia para hacerlo, reunió a cuatro compañeros de robo del Rocky, les contó lo que pasó y cuando supieron les dijeron que iban a todas con el tío, por vengar al Rocky harían cualquier cosa, de mas está decir que querían mas que la cresta al hijo del tío. Estaba todo preparado para después del funeral del Rocky.

Cuando lo velaron fue en una cancha, porque era mucha la gente que quería despedirse de él, fueron dos días y una noche. Luego lo fueron a enterrar y cuando partió la carroza los compañeros de robo y de vida le rindieron un homenaje, por lo choro que era, disparando al aire hasta que se perdió la caravana.

Al día siguiente se reunieron los locos con el tío Marcos y empezaron a planificar el homicidio. Consistiría en algo simple y al grano, llegarían en camioneta donde el narco, se bajarían todos y lo llevarían en la camioneta al sur, nunca supe a donde, porque no me lo querían decir, lo catarían en algún lugar de la carretera y lo enterrarían fondeao, para que nunca encuentren su cuerpo.

La cosa no resultó como querían, el Colo ya se había enterado que el tío Marcos lo iba a matar y estos locos rebotaron. Cuando llegaron al minimarket, los esperaban unos querubines, que los agarraron a balazos y el tío salió con una bala en la pierna, mientras los otros locos aceleraron la camioneta para que no les llegaran balas, un desastre, el Colo no estaba, se había ido a Temuco.

Llegaron a la casa y me contaron lo sucedido, la Naty desilusionada, yo apestado, el Andrés apartándome del grupo y con su manera de ser atropellao me dice que matemos nosotros al Colo y de una no más, que lo fuéramos a buscar a Temuco.

El día en íbamos a partir estaba re caluroso, yo sudaba, no se si de nervioso o de acalorao, el Andrés cargó en su auto, el de su hermana, porque no se lo entregó a ella nunca, todas los fierros que fuesen necesarios. Estábamos en eso cuando el Juano me llama y me dice que el desgraciao del Colo había regresado y estaba en su local. Nos miramos con el Andrés y le dije que era ahora o nunca, así que partimos como bala. Esta vez el narco no estaba preparado, como la vez anterior, porque no sabía que nosotros le íbamos a hacer un atentado.

Llegamos y chantamos el auto unas cuadras antes. Nos bajamos y nos fuimos piola hacia el local, entramos por detrás saltando el muro, pillamos al viejo solo, que al vernos llamó a sus soldados que no alcanzaron a llegar. Yo le metí una bala en el pecho y el Andrés empezó a saquear el negocio, yo estaba de pie frente al Narco que seguía con vida y gritándome de que me vendría a buscar, que me mataría. Yo, para que se callara, le pegué otro balazo, pero no le dí y el loco, en un descuido del Andrés me metió un balazo en el estómago, caí, se me nubló todo y ví al Andrés pegándole un balazo en la cara al narco. Luego vi al Andrés llorar encima mio, arrastrándome para sacarme de allí. Los soldados habían llegado al llamado del Colo, que lo veía muer}o al lado mío. ^i al Andrés salir arrancándo y dejándome ahí bgtado. “Andrés q|e haces, loco, eevántame, no me dejes aquí, no ves que los querubines me van a matar” y el Andrés se pierde entre lo techos de las casas, arrancando como puede. Yo ya no siento nada y veo todo negro.

Despierto en la posta , estoy vivo , me toco la herida y veo que es grande , la cagá que me quedó . Creo que soy un gato , tengo siete vidas y ya voy en la séptima , así que esta es la última de la que me salvo. No hay nadie que me de una explicación y me vuelvo a dormir.

Ya estoy bien , salgo de este asfixiante hospital , que no se ni cual es , llego a la casa del tío Marcos , me abrazan gritando de alegría , el Andrés no se la puede creer y solo atina a pedirme perdón por haberme dejado solo , cuando le dimos en seco al Colo. Yo lo perdono en buena , se que no fue culpa de él. Después de los abrazos y las alegrías se quedan callados y el Andréz me dice que la Naty ha desaparecido con su hijh y con toda la plata. No lo quiero creer , pero es así , me quemo tumbao y con pana , he arriesgado por esta huevona y me la paga así , puta de mierda .
Me dedico a vagar por las calles y vuelvo a mi esquina , ya el Colo no está para correrme , me siento en el pasto y me fumo un nevao. Vuelvo a lo mismo,  la calle , ser el choro que siempre he sido , porque ese es mi destino , ser choro , un choro de los grandes y voy a morir siéndolo.

 
Hermandad nuestra de cada dia
 
Ella me violó, a mí, a su hermana. En realidad, no, no fue así tal cual, ella me violó, pero jamás me toco un pelo, y si lo hizo fue estando yo inconsciente.

Me presento, soy la “Hermana mayor”, ella la “Hermana menor”, o la “Segunda”, entendámonos así, yo la “Primera“, ella, la “Segunda”.

En realidad su deseo, y esta parte, debería ser para el final de la historia, de este pequeño relato, su deseo, fue más fuerte que ella misma y a ella se enredó completamente en su deseo, des- deseo deseando. Que vulgarmente cliché, pero suena bien.

Ella, la “Segunda”, me ha deseado toda la vida, desde que en ella, la “Segunda”,  despertó su monstruoso deseo. Casi, o rozando la obsesión, la rabia, la envidia y vuelvo a reiterar, el deseo carnal puro en estado animal, que si me violó lo hizo a través de terceros, o sea, sicarios. Sicarios cuicos, lo que en Chile, se puede llamar cuico y sicarios rotos, lo que en Chile, se puede o se dice “rotos”.

La primera violación fue un ritual, ella, la Segunda, comió y bebió licuados vaginales y trago mucho semen, pidiendo y rogando que me mataran, a través de un ritual -violación, que más tarde por los propios protagonistas fue llamado “circo romano”. No fui yo quien llame circo romano a semejante ritual estúpido que de ritual, probablemente no tuvo nada, es decir, el mejor concepto seria “ORGIA”.  Pienso luego que su deseo a mi persona era tan manifiesto y fuerte, que le impedía tocarme. No, mil veces, no, tenía que hacerlo conmigo a través de terceros.

Uso y abuso de la violencia en sus más variadas manifestaciones en contra mía, que su deseo era imperativo, violó, mutiló, comió carne, por no poder tocarme, deseó fervientemente mi muerte, para acabar con su deseo des-deseo morbo obsesivo compulsivo, toc , toc. Tal vez, no soportó desde pequeña no poder alcanzarme ni la punta de los pies.

La Segunda casi me mato. Se, ahora, después de mucho que quede con vida por casualidad y suerte, no porque me quisieran violar, sé, sé que era a matar y no le resultó, plop.

Lo intentó una segunda vez, la Segunda, lo intentó una segunda vez, mediante el pago de millones, mentiras, coimas y nuevamente succionando penes y vaginas por lograr su objetivo, alcanzarme los pies y esta vez, la cabeza. Esta segunda vez, el número de elegidos fue 20, veinte tipos me tiraron escaleras para abajo en un pub de mala muerte o poca monta o ambos conceptos juntos, que tiene una escalera gigante, gran escalera como para llegar y empujar. Así de simple, lo que vino después me lo contaron. Aterrados de verme volver viva, pero con un amasijo en la cabeza de piel y pelos desencajados, como una masa de cuero cabelludo dislocado, no me trepanaron, por suerte, sólo me agarraron la piel de la cabeza nuca para arriba.

La masa en la cabeza, aun no sana, pero ¿QUE? , ¿QUE? Hay que olvidar y perdonar a la femme fatal, o sea la Segunda, que en su desesperación por desear a la Primera, tenga que liquidarme para sentirse en paz, supongo que con ella misma, Segunda a bordo.

Sí, todos me piden perdón, ¿perdón? , me lo exijan, fue una equivocación, dicen por ahí, un mal entendido, pero yo se la verdad. Mi madre, la REINA, no sé de qué, pero ella se define así, sedujo a la Segunda, conmigo jamás le resultó y la Segunda se me enamoró o me odió, que es lo mismo, dando vuelta la moneda. De tal forma , que si no logró matarme a la segunda violación, la Segunda intentó una tercera y esta se suponía sería la última y definitiva , muerte segura. Padre, madre, hermana, la Ultima  incluída, es decir la “Instruida”, la menor, que nunca fue la menor, sino un pasar por los infinitos  hijos no guachos que ha dejado EL PADRE.
           
La Segunda, se comió esta vez, dos titiriteros, llamados ellos a sí mismos “chorizos”, lo que en Chile, se puede llamar chorizos y se puede perfectamente interpretar como sicarios. Les bebió el semen y les canceló una suma ridícula de 60.000 mil pesos por  persona. Esta vez, desde la primera, en que el número de participantes fue de 140, la segunda violación de 20 tipos, aquí en esta última solo fueron 2 tipos. Esta vez no perdí  la conciencia, los encaré una y otra vez, pero el mandato de la todopoderosa y todo terreno Segunda fue MATAR, no dejar rastro de ella.

Lástima, quedé vomitando semen, con arcadas y náuseas, lo que para la Segunda es un manjar, a mí me supo a muerte. Disparos, policías, dobles de mi misma, frio, luego calor, luego frio, dimensiones abiertas que iban y venían, que ni yo me lo explico.

Me levanté y caminé, una vez más, la Segunda no logro liquidarme y pienso que no va a lograré jamás quitarse el morbo que le produce desearme con asquerosa obsesión.

Alejandra Negrón MarambioTodos os direitos autorais são reservados a autora

3 comentários

Poeta Minero disse...

quisiera ubicar a alejandra negron como lo hago plis marambio para invitarla a conocer la mina el teniente

Unknown disse...

Hola, yo la conozco. Vive en Nataniel con Eyzaguirre

Anônimo disse...

Alejandra está en situación de calle, a su familia.ella necesita ayuda. Barrio 10 de julio.